La caries dentalinfantil es actualmente la enfermedad bacteriana más frecuente, causada por el consumo de azúcares.
La caries dental puede tener repercusiones en la salud general del niño, tales como dolor intenso, fiebre, infecciones faciales, dificultad para el aprendizaje. A su vez, un niño con caries en los dientes de leche, será probablemente un adulto con múltiples caries y empastes en los dientes permanentes.
Entre los factores de riesgo que intervienen en la aparición de caries de la primera infancia (CPI) se encuentran: insuficiente higiene oral, consumo frecuente de azúcares, la presencia de placa bacteriana visible y un flujo o función salival reducidos (la saliva reduce el índice de caries).
Para mantener una boca sana desde la infancia hasta la edad adulta, recomendamos realizar una consulta al dentista en el primer año de vida del bebé. Los padres llevarán a su bebé a su dentista para que no tenga caries, para prevenir y se informen de los cuidados tempranos.
La lactancia materna por encima de los 12 meses de edad puede suponer un aumento en el riesgo de aparición de caries frente a los que lo han hecho hasta los 12 meses. Conviene saber que la leche materna, por el hecho de tener lactosa, puede producir caries dental infantil. Por ello, lo ideal sería que, una vez erupcionado el primer diente de leche, se fuera disminuyendo gradualmente la lactancia materna durante las noches. Es importantísimo limpiar los dientes de los bebés después de cada toma del pecho.
El cuidado de la boca de su hijo es responsabilidad de los padres o cuidadores, por lo menos hasta que el niño adquiera la habilidad para hacerlo solo, que suele conseguirse sobre los 7 años. A partir de este momento se recomienda la supervisión por un adulto en el cepillado nocturno.
Comenzar la limpieza de las encías desde el nacimiento, una vez al día aunque el bebé no tenga dientes, aprovechando el momento del baño. Utilizar la punta de un paño limpio humedecido en agua o una gasa humedecida para limpiarle encías, lengua, el paladar y el interior de las mejillas.
Es obligatorio comenzar la higiene de los dientes con la erupción del primer diente de leche, que suele darse a los 6 meses de edad, dos veces al día; en la mañana y, sobre todo, por la noche. Utilizar una gasa o un cepillo dental para lactantes.
Niños entre 0 y 3 años realizar la higiene bucal con un cepillo dental adaptado al tamaño de su boca. La cantidad de pasta dental,con 1.000 partes por millón (ppm) de flúor,debe ser equivalente a un grano de arroz. No se debe permitir a los niños comer o chupar pasta del tubo.
A partir de los 3 años de edad, la cantidad de pasta dental con flúor,( entre 1.000 y 1.450 ppm) debe ser equivalente a la anchura del cabezal del cepillo dental. El flúor es eficaz en la reducción de caries y detener la desmineralización del esmalte a una concentración (ppm) controlada.
Cepillarse, como mínimo, dos veces al día, siendo el más importante el de la noche que es cuando aumenta el riesgo de caries. Recordar que se han de cepillar todas las caras de los dientes.
Dedicar dos minutos al cepillado. En los bebés no se recomienda tanto tiempo, sino que el cepillado sea efectivo para eliminar la placa bacteriana sin tener en cuenta el tiempo ni la técnica empleada.
La puesta en marcha de medidas de prevención para evitar la caries dental infantil y las enfermedades de las encías en la infancia tendrán sin duda una repercusión positiva en el futuro estado de salud y calidad de vida del adulto.